Hoy la vida me dio un zarpazo, un golpe al corazón. Se fue Romeo... así nomás, desplegó sus alas dejándonos a quienes lo conocimos con el alma en pena.

No puede haber dolor ni tristeza más grande que la de perder un amigo, como me pasa a mí. Me cuesta creerlo, me cuesta aceptar que no lo veré más en mis ocasionales visitas a España, me cuesta entender porqué justamente él tuvo que irse...

Déjenme decirles a quienes no lo conocieron, que lo conozco desde que era muy pequeña. Hemos compartido una gran parte de nuestras vidas, la lucha siempre eterna por los derechos humanos, momentos gratos y difíciles (muy difíciles, por cierto). Nos unía la pasión por querer un mundo mejor para todos, aportar apoyo a innumerables fundaciones de niños, ancianos y personas discapacitadas, no hay un ser en el mundo que romeo con su simpatía quiso ayudar, recorrimos un largo camino.

Déjenme decirles que Romeo era por sobre todas las cosas UNA EXCELENTE PERSONA, con sentimientos puros y nobles. Amaba su labor, Siempre fue una persona trabajadora, luchadora y se sacrificaba demasiado por darle lo mejor. Doy fe de ello.

También era un GRAN AMIGO, disfrutábamos de las charlas eternas, con chocolates interminables, recordando momentos de nuestra infancia y adolescencia..

A todos los que lo conocimos debemos agradecer el haber tenido la suerte de conocerlo; la comunidad italiana se ha empobrecido desde hoy pero en memoria de Romeo nos corresponde a cada uno de nosotros continuar con su objetivo: un mundo mejor para la comunidad con necesidad de atenciones y afectos.
A mí se me ha perdido un gran amigo... hasta siempre, Romeo.
Tu amiga: ADRIANA LUCCI